Continuamos estos diálogos de rescate de la memoria, para ir reconstruyendo la historia.
HNV: El pragmatismo político apunta al poder como un fin en sí mismo, perdiendo el norte de los principios: ¿El poder? sí, pero para qué.
En Chile se reestructuró o se rearticuló una aristocracia política que ha privilegiado al dinero como el principal instrumento para obtener poder, apostando a construir ese poder para competir en las reglas del juego de un sistema político y económico que se ha asumido como un hecho consumado, sin invertir esfuerzos por un cambio efectivo de la sociedad.
En este rescate de la memoria, hay cuestiones que nadie ha aclarado. Quiero plantear un tema crucial, que tiene nexos históricos con la forma de entender la política por parte de los llamados pragmáticos o renovados. Algo que se ha practicado durante este régimen y tiene sus raíces en la forma cómo se generó y se afiató el grupo transversal que ha concentrado el poder y administrado eficientemente el modelo.
Por eso te pregunto a ti, como ex dirigente de
Roberto: No tuve exilio dorado, pero soy un agradecido de la ayuda que dio Europa, en especial, en mi caso, Inglaterra. Pero era lo normal, la seguridad social que funcionó y nos permitió estudiar, trabajar y vivir dignamente. Pero había minorías que salieron al exilio y ocuparon la interlocución de cúpula con los partidos europeos. Yo estuve cinco años preso en Chile y cuando llegué a Europa, fui crítico de la dirigencia que quería bajarle el perfil a hechos que evidenciaban que fueron parte, les guste o no, de la polarización y apostaron a la vía de ruptura sin creer en la vía democrática que formulara el Presidente Allende.
HNV: Tú asumiste tu rango de dirigente y con ello sus costos. Otros pasaron a la clandestinidad o se asilaron. Pero al llegar primero a Europa, aprovecharon las primeras acciones generosas y solidarias de ayuda internacional. Cuando llegaste a Europa las campañas de ayuda ya funcionaban hacía tiempo. ¿Cuál es tu recuerdo de ese período?
Roberto: Quiero afirmar algo de fondo. No fuimos los de izquierda blancas palomas. Es cierto que el complot internacional de los EE.UU. está demostrado en los archivos desclasificados de
La izquierda ha hecho su autocrítica, pero de lo que no ha hablado es de la forma como aprovechó la solidaridad internacional para potenciar una máquina política que aterrizó en Chile birlándole la vanguardia a la civilidad local. En las negociaciones que se dieron después del triunfo del NO hubo acuerdos y concesiones que permitieron a ese grupo asumir el gobierno, respetando los pilares del sistema implantado por la dictadura.
HNV: Lo que planteas clarifica el contexto de una situación que se dio en Europa, pero tú no quisiste ser parte de esa máquina porque no te daba garantías...
Roberto: Es cierto, no quise asumir el rol de mártir en mi partido,
HNV: ¿Consideras que hay una auditoría pendiente, que quizás jamás se de, respecto al destino de la ayuda para solidaridad que se reunía en cantidades por parte de los compatriotas exiliados y, sobre todo, como donación generosa de la comunidad de los países que recibieron a los perseguidos políticos?
Roberto: Es el punto clave para poder clarificar el tema económico del exilio y el retorno. Por ejemplo, conocer qué pasó con los dineros donados por el gobierno alemán para apoyar el retorno de los exiliados, lo cual terminó con muchos fracasos e incluso suicidios. Todo fue manejado sin transparencia y sin rendir cuentas. Lo mismo respecto a los dineros recaudados durante los ochenta, que se suponía eran para apoyar a las organizaciones sociales. Nunca se ha sabido cuanto de ese dinero quedó en el camino y existen presunciones de que gran parte de esa ayuda fue destinada a los partidos políticos y elites de esos partidos que asumieron su conducción y que negociaron la transición con
1 comment:
Un tema que da para mucho. Sería bueno que surgieran las verdades de ese tiempo, porque son los mismos que ahora se han aprovechado en forma personal del poder.
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