Monday, October 17, 2005

Roberto Sapiains, un luchador solitario



Cuando abrimos este blog para ir conversando con Roberto Sapiains Rodríguez, cristiano, hombre de fe, nos motivó la convicción de un deber militante para con las futuras generaciones. Roberto es un hombre que carga con una dignidad ejemplar el peso de su propia epopeya. Fue detenido a horas del golpe de Estado. Se le estigmatizó, fue interrogado, vivió la tortura, las celdas de castigo. Habiendo hecho el servicio militar como estudiante en la Infantería de Marina, tenía una formación que le permitió resistir durísimos episodios. Exigió el tratamiento de Prisionero de Guerra, en el estatus del grado que correspondía a su rango de dirigente provincial del gobierno de la Unidad Popular, a esos efectos, el enemigo.

Ha dado una dura batalla para que sus argumentos jurídicos fuesen escuchados. Fue así como el Informe de la Comisión Valech rescató la tesitura que Sapiains mantuvo por largos años, en términos de denunciar violaciones a los Convenios de Ginebra sobre el tratamiento de los Prisioneros de Guerra. Un estado de guerra que fue decretado por la Junta Militar el día siguiente del golpe, en virtud del cual las fuerzas militares tuvieron una asignación de riesgo hasta 1978. Pero que ha significado jurídicamente que los delitos calificados como crímenes de guerra en esa época sean imprescriptibles y puedan ser perseguidos sin plazo, ante cualquier tribunal.

Este argumento jurídico, que hoy sustenta la posición de defensa de los derechos humanos y la búsqueda de justicia, fue una constante posición de Roberto Sapiains. Sus recientes gestiones fueron enviar a los Senadores una carta solicitando que se le restituyeran los derechos ciudadanos. Fue un acto simbólico del cual sólo acusó recibo el Senador designado Julio Canessa Robert. La oficina de partes se negó a recibir el expediente anticipado a cada Senador por correo electrónico, argumentando que ahora el Senado no se ocupaba de eso y que el trámite debía realizarse ante el Registro Civil.

Roberto Sapiains Rodríguez está enfermo, esperando por una próxima intervención cardiaca. Hablé recién con él. Mañana debe realizarse un examen con una junta médica que decidirá cuando intervenirlo y la viabilidad de la operación. Roberto, sobreviviente, está luchando, solitario.

Hacemos votos sus amigos por su salud. Sabemos que muchas personas que hoy están en conspicuos niveles de poder, deben agradecer a este luchador por costosos silencios que significaron entrega y convicción.

Roberto no es de los que buscan homenajes. El haber vivido situaciones límites, que lo dejaron en los umbrales de la existencia terrena, ha hecho de él un hombre mesurado, abstraido de los oropeles fatuos, respetuoso de Dios, espiritual y político, pero con mayúsculas.
En estos momentos, Diálogos con un Sobreviviente, hace un gran paréntesis, elevando una oración por nuestro hermano Roberto y por su recuperación.

Queremos verle concluir su cometido. Queremos que la justicia le restituya su honor ciudadano, arrebatado con un odio demencial. Roberto nunca ha querido victimizarse; sacando fuerzas de flaqueza ha bregado solitario por una reparación.

Cuando en el Chile de hoy se levantan puñados de voces reclamando por Justicia, frente a un Poder que se juega por negarla, en nuestro espacio más cercano tenemos a Roberto Sapiains como un persistente y silencioso luchador, sin reclamar ningún privilegio, esperando que su esfuerzo pueda encontrar acogida y sus bienes, su honra, su ciudadanía y su capacidad para ocupar cargos públicos, sean reivindicados.

Como su amigo, respetando su historia, entendiendo sus quimeras y frustraciones, he querido dejar en esta crónica reflejada mi preocupación por este sobreviviente, ya que enfrenta un momento crítico que Dios quiera pueda superar, como tantas otras etapas duras que debió transitar quizás porqué obstinado destino.

Miércoles, 19 de octubre 2005: Roberto Sapiains afrontará una operación al corazón que es delicada. Una situación de riesgo que motiva a llamar a una cadena de oración y apoyo por el amigo y colega.
(noticia en desarrollo)

1 comment:

Anonymous said...

Es lamentable la situación de un hombre honesto que fue difamado por los victimarios. Su enfermedad, no cabe dudas, es secuela de la tortura reiterada. ¿Entienden los chilenos estas situaciones que afectan no sólo a Don Roberto sino a miles de chilenos abandonados a su suerte en una reparación que es una burla?