Sunday, September 04, 2005

retomamos el dia 4 de septiembre, 35 años después



Seguimos conversando. Con un hito frente a nosotros. Hace 35 años Chile votaba y Salvador Allende era el candidato que ganaba a Radomiro Tomic y a Jorge Alesandri Rodriguez.
¿Qué hacíamos ese día, cómo lo vivimos?

Hernán: De mi parte, recuerdo que ese día tuve que cumplir turno en el Aeropuerto. No tenía derecho a voto y por eso me correspondió trabajar. Había ingresado a la Aduana en Junio de 1970, estudiaba periodismo en la UCH de Valparaíso, me había recibido en Agosto de mi carrera anterior, trabajaba en la campaña del Chicho en el Comité Nacional de Prensa. Esa noche después del turno me movilizó a Santiago un funcionario del aeropuerto que estaba asustado por los resultados. Llegué a Amunátegui, donde estaba el comando de la UP como a las 22 horas...

Roberto: Decepcionado esa noche. Había trabajado lealmente dirigiendo la campaña de Tomic en Valparaíso y obtuvimos un tercer lugar. Pero a la vez, muy preocupado porque todos sabíamos en la clase política chilena de ese entonces, que Allende había sido elegido Presidente de la OLAS, Organización Latinoamericana de Solidaridad con Cuba, en la Conferencia Tricontinental realizada en la Habana, Cuba, el año 1967. Esto significaba claramente que el gobierno de Richard Nixon en USA, no iba aceptar jamás que el candidato de la Unidad Popular, fuera ratificado como Presidente de la República de Chile.

Hernán: esa noche yo la viví con todo el entusiasmo de la juventud. Yo había salido de la DC e integraba el MAPU, pero más que eso me identificaba con los Cristianos por el Socialismo. Estaba hablando en Radio Magallanes, que transmitía desde el Comando Nacional de la Unidad Popular, cuando se acerca Rafael Tarud y me dice que Allende ganó y que tenemos que dar la noticia. Le paso el micrófono y el dirigente anuncia el triunfo. Enseguida retomo el micrófono y saludo el triunfo a nombre de los jóvenes chilenos y de los cristianos que queríamos sumarnos a la construcción de una sociedad más justa. Fue una alocución que aún vibra en mi memoria, que tuvo la fuerza de la esperanza, la historia de luchas sindicales que había aprendido de mi viejo socialista. Luego de dejar un mensaje a los cristianos para sumarse a un camino de revolución democrática, salí del comando envuelto en una bandera roja, hacia la casa central de la Universidad de Chile en la Alameda. Allí escucharía el discurso de Allende y volvería a Cerrillos, sin pensar aún en la reacción del gobierno de Nixon. Lo que ocurrió, comenzaría esa misma noche...el imperio no toleraba la libre determinación de los pueblos, menos en su patio trasero, menos en la guerra fría....

Roberto: el escenario estratégico global era precisamente la confrontación de las dos superpotencias, cada cual con su fuerza nuclear, Estados Unidos y la Unión Soviética. Pero, la guerra fría tenía su reflejo regional en latinoamerica, que era la decisión de USA de no permitir una segunda Cuba en la región y Allende para ellos representaba un real peligro, sobre todo por su ayuda como Presidente del Senado a los hermanos Inti y Coco Peredo, sobrevivientes de la guerrilla del Che Guevara en Bolivia.

Hernán: a eso se debe agregar que la propuesta de vía chilena al socialismo era sin armas, por la vía democrática y eso resultaba más intolerable a los Estados Unidos...

Roberto: Efectivamente, el modelo chileno representaba un ejemplo que podrían seguir otros países de la región. Eso explica porqué Estados Unidos elige la estrategia represiva internacional propiciando golpes de Estado...

Hernán: en la Unidad Popular se visualizaba el peligro de la reacción norteamericana, pero al mismo tiempo se confiaba en la dinámica de las organizaciones estudiantiles y sindicales que habían abierto espacios de reformas. Quizás un camino reformista era más factible, pero la efervescencia por los cambios terminaría sirviendo precisamente a la acción desestabilizadora de la derecha golpista.

Roberto: es que el principal problema era que el presidente norteamericano era Richard Nixon, quien como Vicepresidente de la Administración de Eisenhower, dirigió la política del big stick (Gran Garrolte) que llenó la región de dictaduras gorilistas, en la época de los sesenta. Su decisión en contra de Cuba (bloqueo total a Cuba) lo llevaría a "hacer cualquier cosa" para que no se repitiera la experiencia cubana.

Hernán: Ahora podemos tener pruebas de esto, con la desclasificación de los archivos de la CIA, que pudimos revisar en el Pinochet File. Es decir, hace 35 años, mientras el pueblo recibía las palabras de un Salvador Allende victorioso, se iniciaba el complot en Estados Unidos, con la acción de traición a la Patria de esbirros de la ultraderecha chilena, más tres agentes de la CIA, que intentarían secuestrar al mismo comandante en jefe del Ejército de Chile, General René Schneider Chereau.

Roberto: Y más aún, los documentos desclasificados prueban , sin lugar a dudas, que la orden de Nixon a la CIA fue crear las condiciones para instalar un gobierno militar en Chile, dictadura represiva que tendría como principal misión destruir a los grupos de izquierda pro-cubanos.

Hernán: Esto se comprueba si miramos en ese tiempo, los setenta, lo que se va dando metódicamente en Brasil, Bolivia, Uruguay, Chile y Argentina. En los setenta se implantan gobiernos militares que se coordinan en una maquinaria de muerte que termina con toda una generación de jóvenes que buscaban espacios para un sistema tercerista, alejado de los imperialismos yanqui y soviético. Su opción fue clausurada a sangre y fuego. Tú y yo estuvimos en el ojo de un huracán socio político que arrasaría radicalmente con avances que nuestras sociedades habían conquistado tras largas décadas de luchas sociales. La doctrina de Seguridad Interior del Estado fue aglutinante de una represión a nivel hemisférico.

Roberto: en este día 4 de septiembre, hace 35 años, comenzó a funcionar una máquinaria de inteligencia que lograría crear un estado de guerra interna en Chile y que iremos comentando en este blog. Aunque a la fecha persisten lecturas controvertidas de ese período y por razones actuales, de hacer lo políticamente correcto, se evita transparentar la verdad, nadie podrá ocultar que Chile sufrió la aplicación de un sistema represivo que violó gravemente el Convenio de Ginebra relativo al trato de Prisioneros de Guerra, que fue dirigido desde la potencia hegemónica occidental y con la complicidad de la ultraderecha interna.

Hernán: no pretendemos ser historiadores, pero corresponde que podamos aportar una pequeña luz a un debate pendiente, que tarde o temprano esta verdad se reconstruirá como un gran mosaico y se podrá difundir, para que la impunidad no quede consagrada por una historia oficial. Hoy era necesario conversarlo, pues los protagonistas de esa época se van apagando y la juventud, al menos una parte de ella, querrá saber cómo fue ese tiempo, sin pontificar ni mistificar.

1 comment:

Anonymous said...

La verdad, siempre la verdad. Siga adelante la lucha por la justicia que todos deseamos por el mundo entero.