RESCATANDO LA MEMORIA: Conversar con Roberto Sapiains Rodríguez, chileno, Administrador Público, ex-prisionero de guerra, despojado de sus derechos ciudadanos por la dictadura militar, condenado por el sólo hecho de defender sus convicciones, es una experiencia testimonial. Hermanados por historias paralelas, emprendemos la aventura de revisar, a través de estas conversaciones, elementos que ayudarán a comprender muchos acontecimientos que aún duelen en el alma de Chile.
Tuesday, December 06, 2005
EN CHILE HUBO UN ESTADO DE GUERRA INTERNA Y ESTO ES LA CLAVE PARA EXIGIR JUSTICIA
En definitiva SÍ hubo jurídicamente un Estado de Guerra en Chile a partir del 11 de septiembre de 1973, tanto porque "existió la rebelión militarizada capaz de provocar el estado de Guerra interno" como porque la propia Junta Militar de Gobierno declaró legalmente ese Estado o Tiempo de Guerra por medio del Decreto Ley Nº 5.
Así lo reconocen, en el fallo en comento, los ministros de la Sala Penal de la Corte Suprema Enrique Cury y Jaime Rodríguez Espoz, “quienes estimaron que el caso es imprescriptible porque el día en que ocurrieron los hechos el territorio nacional se encontraba jurídicamente en estado de guerra interna por el estado de sitio decretado por la autoridad”.
Lo que efectivamente NO hubo fue una “guerra interna” que implicara una resistencia armada masiva y a nivel nacional, que se opusiera en combate y otros actos de resistencia a las NUEVAS AUTORIDADES MILITARES DE FACTO.
A excepción de la HEROICA RESISTENCIA EN LA MONEDA Y OTROS ACTOS AISLADOS Y ESPORÁDICOS. Es esta situación la que pretenden argumentar los ministros de la Sala Penal de la Corte Suprema, Nibaldo Segura y los abogados integrantes Luz María Jordán y José Fernández al desconocer la existencia de un estado de guerra en Chile que haría aplicable los Tratados internacionales, sosteniendo que "no se ha acreditado ni tenido por establecido en autos que en la fecha señalada (octubre de 1973) existía en Chile una oposición entre dos Fuerzas Armadas o bien entre las Fuerzas Armadas de Chile y uno o más grupos armados que no reconocían la autoridad de la primera y que estaban bajo el mando de una autoridad responsable, que ejercía dominio o control sobre una parte del territorio chileno, lo que le permitía realizar operaciones militares sostenidas y concertadas, y aplicar las disposiciones del derecho humanitario".
Pero, como ya lo he explicado, esta falta de resistencia armada se debió a la Orden Superior que dio el Presidente Allende en su último Mensaje al país, en la cual mandó a quienes éramos Dirigentes de la Unidad Popular que “NO sacáramos al pueblo a las calles”.
Esta Orden Superior sólo podía interpretarse de una manera: “EL COMPAÑERO PRESIDENTE SABÍA QUE TODO ESTABA PERDIDO Y QUISO EVITAR UN MAYOR COSTO A TODOS QUIENES ESTÁBAMOS DISPUESTOS A DEFENDER SU GOBIERNO HASTA LAS ÚLTIMAS CONSECUENCIAS”.
Esto, más su Resistencia Heroica en La Moneda hasta entregar su propia vida, es lo que nos queda COMO LECCIÓN PARA NUESTRA MEMORIA HISTÓRICA. Muchos compañeros estarán en desacuerdo con este análisis de la situación y pensarán que al reconocer el HECHO de un “Estado de Guerra declarado jurídicamente” sólo estaremos LEGITIMANDO EL DELITO de “alzamiento a mano armada contra el Gobierno legalmente constituido” y reconoceremos a la AUTORIDAD MILITAR DE FACTO las atribuciones para actuar en Tiempo de Guerra.
Yo sostengo que es todo lo contrario, que el reconocer la existencia jurídica del Estado de Guerra NO implica ACEPTAR O ESTAR DE ACUERDO con lo obrado por las Fuerzas Armadas Sediciosas.
Reconozco que EN CHILE HUBO UN GOLPE DE ESTADO y NO estoy de acuerdo para nada con que hubiera ocurrido. De hecho todo mi accionar como Dirigente de la UP estuvo orientado a EVITAR QUE EL GOLPE OCURRIERA. De la misma forma, reconozco que EN CHILE HUBO UNA DECLARACIÓN LEGAL DEL ESTADO DE GUERRA, sin que ello signifique que tenga que estar de acuerdo con el argumento de los MILITARISTAS de que hubo un real PELIGRO DE GUERRA CIVIL por el accionar de grupos de extrema izquierda. NO, no lo hubo... porque el Presidente Allende iba a renunciar a su cargo ANTES DE QUE SE PRODUJERA CUALQUIER ACCIÓN AL RESPECTO.
Sólo el engaño de que fue objeto, cuando se organizó un pretendido diálogo con Patricio Aylwin para buscar una Solución Política a la CRISIS INSTITUCIONAL, dilató los plazos para hacer efectiva su Renuncia. Por otra parte, como Aylwin era el Jefe de la Oposición al Gobierno de Allende lo único que hizo fue ganar tiempo para los Golpìstas y para ello utilizó la BUENA FE del Cardenal Raúl Silva Henríquez, Jefe de la Iglesia Católica en Chile.
Lo anterior está absolutamente claro, ya que Aylwin NO podía estar con Dios y con el Diablo al mismo tiempo. Es decir, o ENGAÑABA al Presidente Allende y de paso se aprovechaba de la Buena Fe del Cardenal, o estaba ENGAÑANDO a sus propios ALIADOS en la CODE, el Partido Nacional, que con Sergio Onofre Jarpa a la cabeza estaba totalmente comprometido con el GOLPE. De cualquier forma, el 11 de septiembre de 1973 las Fuerzas Armadas Rebeldes atacaron el Palacio de La Moneda y lograron el derrocamiento del Presidente de la República Dr. Salvador Allende.
NO conformes con ese “triunfo” lanzaron una Ofensiva Militar contra el ENEMIGO INTERNO, es decir, contra todos los funcionarios de Gobierno del Presidente Allende y todos los militantes y dirigentes de la Unidad Popular en Chile. Para ello era necesario contar con una LEY DE TIEMPO DE GUERRA que ampliara el PODER Y LAS ATRIBUCIONES DE LA AUTORIDAD MILITAR DE FACTO.
Eso fue lo que quisieron lograr, ASEGURAR LAS HERRAMIENTAS LEGALES REPRESIVAS, y realmente LO LOGRARON. Ésto les permitió afirmar que eran un “Ejército Vencedor, jamás VENCIDO”. Hasta ahora, en que la Verdad y la Justicia han logrado de a poco y con gran esfuerzo, comprobar los Crímenes de Guerra de lesa Humanidad que las Fuerzas Armadas Golpistas cometieron. Crímenes de Guerra que han debido reconocer tanto en la Mesa de Diálogo como en los procesos criminales ante los Tribunales de la Justicia Ordinaria. Cada persona detenida por las Fuerzas Armadas entre el 11 de septiembre de 1973 y el 10 de marzo de 1978, lo fue en Calidad de Prisionero de Guerra y de acuerdo a Operativos Militares Planificados en Tiempo de Guerra.
Así fue porque las ATRIBUCIONES LEGALES CON QUE ACTUABA LA AUTORIDAD MILITAR DE FACTO, provenían del Decreto Ley Nº 5. Nosotros, los que fuimos procesados ante la Fiscalía Naval de Tiempo de Guerra acusados de cometer un CRIMEN DE GUERRA por violación de la ley 17.798 sobre Control de Armas y que enfrentamos Consejos de Guerra que violaron gravemente las normas de PROCEDIMIENTO PENAL establecidas en el Convenio de Ginebra Relativo al Trato de Prisioneros de Guerra, NO SÓLO FUIMOS PRISIONEROS DE GUERRA SINO TAMBIÉN CRIMINALES DE GUERRA, de acuerdo a las leyes que erróneamente aplicaron los Fiscales Navales.
Es más, incluso los procedimientos de allanamiento, masivos o individuales, y la retención transitoria de personas, se realizaban en virtud de las atribuciones que el Decreto Ley Nº 5 había ACTIVADO al declarar el Estado de Guerra en Chile. Lo que NUNCA esperaron los Criminales de Guerra es que sus ENEMIGOS o sus VÍCTIMAS, según se vea cada uno, mantuvieran VIVA LA MEMORIA HISTÓRICA y que, finalmente, las denuncias de las Infracciones Graves al Convenio de Ginebra Relativo al Trato de Prisioneros de Guerra se presentaran ante todos los Organismos Internacionales.
Doy testimonio personal, como ENEMIGO, de que ellos jamás esperaron una reacción así. Me lo dijeron una vez, cuando yo les planteaba que cometían un gran error dejándome con vida como Testigo de todos los Crímenes de Guerra que habían cometido. La respuesta fue: “tú nunca vas a volver a hablar de ésto si sobrevives, por tres razones:
1) Porque tu mente se defenderá del recuerdo del dolor y de las situaciones límites. Así lo dicen nuestros expertos psicólogos y psiquiatras. Pasará mucho tiempo y ya NO valdrá la pena recordar, NO valdrá la pena el dolor constante de los recuerdos, tendrás que rehacer tu vida y dejar todo atrás.
2) Porque NO querrás que tus seres queridos sepan todo lo que te sucedió ya que le causaría un gran dolor a ellos. NO vas a querer que ellos sufran. Así que preferirás callar y tratar de olvidar lo más pronto posible.
3) Porque si relatas todas las torturas te van a hacer la segunda pregunta, es inevitable. Esta segunda pregunta es: ¿Qué declaraste o firmaste como resultado de la tortura?. Nadie quiere explicar eso. Te quedarás callado.
La decisión de DENUNCIAR LOS CRÍMENES DE GUERRA NO ES GRATIS Y JAMÁS LO SERÁ. PERO SOY CRISTIANO Y LA VERDAD ES DEMASIADO IMPORTANTE PARA MÍ. Espero y confío en Dios: “LA VERDAD ME HACE LIBRE”, tengo este consuelo y esa ESPERANZA.
Además, para aquellos que tuvieron o tienen una ideología marxista les recuerdo las palabras que el comandante Ernesto “Ché” Guevara les dirigiera a quienes participaban en la Conferencia Tricontinental de la Habana en 1967: “SÓLO LA VERDAD ES REVOLUCIONARIA”... En esa Conferencia participó el entonces Senador y Presidente del Congreso de Chile, Dr. Salvador Allende, quien fue elegido Presidente de la OLAS, Organización Latinoamericana de Solidaridad.
Así que, compañeros, continuaré dirigiéndome a ustedes como a los Ex-prisioneros de guerra de Valparaíso, tanto porque fui un Dirigente Provincial de la Unidad Popular aquí en el Puerto como porque al interior de los Campos de Concentración de Prisioneros de Guerra o en las Cárceles, yo era el Dirigente de más alto rango del Comité Provincial de la UP que se encontraba prisionero en Valparaíso.
En esta Calidad acepté el ofrecimiento que de sus servicios hiciera el organismo humanitario imparcial conocido como el Comité Internacional de la Cruz Roja, de acuerdo al artículo 3º, inciso 2, del Convenio de Ginebra y al aceptarlo, como Dirigente de la UP, todas las personas que se encontraban detenidas bajo acusación de pertenecer a la Unidad Popular y calificadas como “EL ENEMIGO INTERNO EN VALPARAÍSO”, quedaron inmediatamente bajo la PROTECCIÓN de ese Organismo Internacional.Finalmente, respecto a la ACTUACIÓN EN TIEMPO DE GUERRA DE LA AUTORIDAD MILITAR DE FACTO quiero decirles que fueron ellos los que impusieron las reglas del juego, nada dependía de nosotros ni nadie nos preguntaba nuestra opinión al respecto. SÓLO ÉRAMOS CALIFICADOS ARBITRARIAMENTE POR ESA AUTORIDAD.
Es como sostiene la Comisión Valech cuando analiza la “Motivación Política”: “la Comisión consideró que existía motivación política en la privación de libertad o en la tortura cuando tal motivación estaba presente en los agentes del Estado que las ordenaron o realizaron”. De la misma forma, la Autoridad Militar de Facto actuó en Tiempo de Guerra MOTIVADA por la Orden Superior de Pinochet: “ESTO ES GUERRA SEÑORES”, y el resto fue como el Juego del Monito Mayor: “todos en la cola siguen las órdenes del Mono Mayor”.
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