Saturday, December 31, 2005

Carta pendiente de respuesta

Una Carta Abierta espera respuesta.

Roberto Sapiains, ex prisionero de guerra, ha escrito al Intendente Regional, Luis Guastavino Córdova una carta abierta que se ha publicado en el blog www.robertosapiains.blogspot.com y ha sido enviada por su autor a todos los medios, en la cual le solicita, respetuosamente, que clarifique su posición frente a los incumplimientos de los Convenios de Ginebra en que estaría incurriendo el Estado de Chile.

En su presentación, Roberto Sapiains presenta una relación extensa de tales situaciones y le pide al Señor Guastavino que defina públicamente su posición respecto a las citadas actuaciones de las instituciones del Estado de Chile. Habiendo compartido instancias de dirección política provincial en el gobierno de la Unidad Popular, la carta de Sapiains a Guastavino es un importante documento para clarificar los entretelones que se vivieron antes del golpe de estado, estableciendo las diferencias en cuanto a actuación de ambos frente a esa situación. Sapiains fue detenido el mismo día 11 de septiembre, mientras Guastavino, protegido por vecinos, evitaba el arresto y lograba escapar. La carta abierta emplaza al actual Intendente a que reconozca que en Chile se vivió un estado de guerra interna, formalizado el día 12 de septiembre por DL Nº5 de la Junta Militar, según el cual, ellos, Guastavino y Sapians, en ese mismo orden, eran los “enemigos”.

En lo medular, expone:

“1) Que a comienzos del mes de junio de 1973, el señor Aristóteles Berlendis, Serenísimo Gran Maestro de la Masonería de Chile, aplicó la sanción de “poner en sueño” a la Logia Pedro Aguirre Cerda, en la cual participaban la mayoría de los políticos de izquierda miembros de esa Honorable Institución, incluyendo al Presidente de la República Dr. Salvador Allende, en el grado de Maestro. Esta sanción causó un gran impacto al Presidente Allende y a todo su equipo de gobierno, de lo cual fui testigo presencial, y, debo decirlo, constituyó el Primer Golpe en el camino hacia el 11 de septiembre de 1973. Así lo manifestó el mismo Presidente Allende en un emocionado Mensaje al país desde el entonces edificio de la UNCTAD, en Santiago de Chile.

2) Se ha establecido, más allá de toda duda razonable, que la CAUSA de esa SANCIÓN era totalmente falsa, ya que el Presidente Allende NO estaba preparando un Autogolpe de Estado para imponer la Dictadura del Marxismo Revolucionario al estilo Cubano en Chile. Esta acusación fue planteada en el presunto PLAN ZETA y todos quienes fuimos acusados de participar en ese Plan, hemos logrado probar finalmente la total falsedad de esa acusación.

Así lo reconoce el Informe Valech, al establecer ‘a firme’ que:

“Los esfuerzos de propaganda del régimen buscaron crear –con el apoyo de los medios de comunicación partidarios, que amplificaban la versión oficial de los hechos- un clima de opinión favorable a la aplicación de acciones punitivas. Resulta ilustrativo el presunto Plan Z, que habría definido genéricamente las víctimas en la mira de la izquierda abocada a la conquista del poder total por medio de la fuerza, y que evidencia, por parte de los militares y de sus colaboradores civiles, la pretensión de disculpar las medidas represivas, así presentadas como actos de legítima defensa. El Plan Z destacaba entre los alarmantes hallazgos consignados en el Libro blanco del cambio de gobierno en Chile, obra redactada para suscitar apoyo emocional al golpe militar y sus consecuencias, ilustrada con fotos del “armamento de guerra pesado y liviano encontrado por las fuerzas militares y de orden en los arsenales de la Unidad Popular”. Este libro, cuyas revelaciones nunca han podido ser validadas empíricamente, presentaba al pronunciamiento militar como la oportuna y justa reacción al inminente autogolpe de la Unidad Popular. La “parte más siniestra de dicho operativo –se informaba a la desprevenida población del país- era el exterminio simultáneo, en todo el país, de los altos oficiales de las Fuerzas Armadas y de Carabineros, así como de dirigentes políticos y gremiales opositores. Se perseguía, con este golpe criminal, que debía iniciarse el 17 de septiembre, paralizar por el terror toda resistencia a la dictadura de la Unidad Popular, que se implantaría de inmediato”. Debe consignarse que el Libro blanco serviría como prueba inculpatoria en procesos llevados a cabo por tribunales militares, lo que constituía una violación a las normas imperantes de admisibilidad de los medios de prueba. Entre los partidarios del golpe militar, tampoco debe desestimarse su papel legitimador de la violencia política, acompañada de indulgencia ante los atropellos al imperio del Derecho, incluso al interior del Poder Judicial”. (Páginas 162 y 163 del Informe Valech)

3) Que yo, Roberto Sapiains Rodríguez, dirigente provincial del Comité de la Unidad Popular en Valparaíso, en representación del Partido Izquierda Cristiana, aprobé la decisión del Comité Provincial, tomada en el mes de julio de 1973, de crear una Coordinadora de los Aparatos Armados de los partidos de la Unidad Popular en Valparaíso para defender al Gobierno del presidente Allende de una eventual Ofensiva Armada Golpista. Me permito recordarle que usted, como representante del Partido Comunista al Comité Provincial, también votó a favor de dicha decisión. Además, usted participó en mi designación en el cargo de COORDINADOR entre el Comité Provincial de la Unidad Popular y la citada Coordinadora de Aparatos Armados, sin que esto implicara Mando Directo de mi parte sobre ninguno de los Aparatos Armados de cada partido.

4) Que estoy convencido de que si usted hubiera sido capturado por algún Destacamento de Comandos de Infantería de Marina le hubiera ocurrido lo mismo que a mí me ocurrió y hubiera tenido que enfrentar Consejos de Guerra acusado de ser el Líder de los Prisioneros de Guerra de Valparaíso. Entiendo entonces que usted relate al diario El Mercurio de Valparaíso del día Domingo 4 de septiembre de 2005, “la odisea que vivió mientras estuvo oculto en este Puerto, entre el 11 de septiembre y fines de octubre de 1973, cuando fue llevado a Santiago para que se asilara” También entiendo su indignación respecto a las “falsas acusaciones” propaladas por la prensa de la Junta Militar, tanto sobre su huída “vestido de mujer” como sobre “los 145 mil dólares y siete millones de escudos en billetes de cinco mil, que todavía no salían a la circulación y que estaban en pliegos sin cortar”. Fueron efectivamente “malévolos procedimientos perpetrados a mansalva” como usted lo señala a esa publicación de El Mercurio, y la mayoría de nosotros sentimos la misma indignación respecto de ellos.

5) Pero, a mí personalmente siempre me extrañó que los comunistas negaran tan firmemente las “falsas acusaciones” respecto a su persona, como dirigente del P.C en Valparaíso, y, a la vez, creyeran con tanta facilidad esas mismas acusaciones cuando fueron formuladas en mi contra como Dirigente Provincial de la Unidad Popular. Debo reconocer sí algunas importantes diferencias entre su caso y el mío: Respecto al dinero, yo tenía en mi domicilio particular dinero efectivo en la cantidad total de 14.500.000 de escudos, fondos públicos que pertenecían a la Corporación de Desarrollo de Valparaíso y Aconcagua, CORDVAC, y que estaban legalmente bajo mi custodia personal. De la misma forma, mantenía en mi casa la cantidad de 85.000 dólares en billetes. Además de valores financieros, como libretas de ahorro y Certificados de Ahorro Reajustables, y dinero efectivo adicional en fajos de billetes de quinientos y cien escudos, por un valor total aproximado de 15.000.000 de escudos. Sin embargo, “las falsas acusaciones” consistieron en acusarme vía El Mercurio y La Estrella de Valparaíso de esa época, de haber cometido el presunto delito de malversación de caudales públicos, precisamente con los dineros de la CORDVAC, que una vez incautados por la Fiscalía Naval los hicieron “desaparecer” y nunca fueron reintegrados a la Corporación.

6) Otra de las importantes diferencias entre su caso y el mío, es que yo decidí quedarme a cumplir con mis responsabilidades respecto a los compañeros de base de los partidos de la Unidad Popular, que obedeciendo nuestras órdenes como dirigentes de la UP en Valparaíso, se habían acuartelado para resistir la Ofensiva Armada del Fascismo Golpista. No critico a quienes tuvieron que arrancar a asilarse, ya sea con o sin Orden de Partido, sólo me permito establecer la diferencia que para mí en muy importante como cuestión de honor. Debido a mi actitud de asumir responsabilidades fui acusado, procesado y condenado como Criminal de Guerra por un Consejo de Guerra Naval que infraccionó gravemente el Convenio de Ginebra Relativo al Trato de prisioneros de Guerra, ley internacional vigente en Chile desde el año 1951 y aplicable a la situación en virtud del Decreto ley Nº 5, que declaró jurídicamente el Estado de Guerra en Chile, a contar del 11 de septiembre de 1973. Esta es la situación que hoy día muchos compañeros del pasado están negando, no queriendo reconocer la situación de miles de prisioneros de guerra en Chile que vieron violados flagrantemente todos sus derechos humanos, como lo ha comprobado el Informe Valech en los párrafos que me he permitido citar.

7) Por lo tanto, le solicito respetuosamente señor Intendente de la Quinta Región de Valparaíso, don Luis Guastavino Córdova, que usted defina públicamente su posición respecto a la aceptación íntegra del Informe Valech y manifieste su rechazo a la decisión del señor Presidente de la República de Chile, don Ricardo Lagos Escobar, de “declarar secretos, por al menos 50 años, los antecedentes recolectados por la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura”, lo que obviamente nos impide a todos los que fuimos Calificados en la Lista Nacional del Informe Valech, de hacer uso de dichos antecedentes para incoar causas judiciales que se fundamenten en el testimonio rendido ante la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura presidida por Monseñor Valech.

Es Justicia.

Roberto Sapiains Rodríguez

Ex-prisionero de guerra de Valparaíso

RUT 4.827.910 - 4

VALPARAÍSO, 25 de Diciembre de 2005.-

Friday, December 30, 2005

Caso Riggs: Pinochet es desaforado por malversación de platas públicas

30 de Diciembre del 2005


Caso Riggs: Pinochet es desaforado por malversación de platas públicas


Corte de Apelaciones de Santiago visó por 21 votos contra tres una solicitud remitida pocos días antes de pasar a la Suprema por el primer ministro en visita de la causa, Sergio Muñoz.


El Pleno de la Corte de Apelaciones de Santiago desaforó al ex comandante en jefe del Ejército Augusto Pinochet Ugarte, gracias a lo cual podrá ser procesado por el delito de malversación de caudales públicos en el marco del caso Riggs.

Un total de 21 ministros se inclinaron por el despojo de los privilegios del otrora gobernante, mientras que a su favor votaron esta mañana de viernes los jueces Alfredo Pfeiffer, Cornelio Vilarroel y Raimundo Díaz.

La petición había sido remitida en octubre pasado por el primer magistrado a cargo de la causa, el hoy miembro de la Corte Suprema Sergio Muñoz.

La solicitud apunta a esclarecer el eventual desvío de dineros fiscales, ascendientes a unos US$ 2 millones, particularmente los fondos reservados que manejó la Casa Militar, al patrimonio del ex uniformado.

Entre los jueces de la Corte de Apelaciones que votaron a favor del desafuero, estuvo Víctor Montiglio, que procesó a Pinochet y ordenó su arresto domiciliario el pasado 24 de noviembre en el juicio por los crímenes de la Operación Colombo.

Montiglio, que se hizo cargo de ese juicio el pasado abril al jubilarse el anterior encargado, Juan Guzmán, hasta ahora había votado sistemáticamente a favor del nonagenario general.

En el caso de las cuentas secretas también están procesados, como cómplices de fraude tributario, la esposa de Pinochet, Lucía Hiriart; el hijo menor de ambos, Marco Antonio; el ex albacea del general, Oscar Aitken y su secretaria privada, Mónica Ananías.

El 19 de octubre pasado, el máximo tribunal del país visó el desafuero de Pinochet por los eventuales delitos de declaraciones de impuestos maliciosamente incompletas entre 1980 y 2004 y adulteración de su declaración de bienes ante notario al retirarse de la Presidencia de la República, en 1989.

En aquella ocasión, también consideró los delitos de falsificación de pasaportes y documentación fiscal de la Subsecretaría de Guerra para acreditar ingresos, desestimando la elusión del embargo decretado en 1998 por la justicia española y la compra de terrenos en El Melecotón.

El juez Cerda ordenó recientemente la tasación de todas las mansiones que Pinochet se ha hecho construir en diversas localidades del país y también de las bibliotecas que mantiene en cada una.

También ha concentrado la investigación en el hijo mayor del ex dictador, Augusto Pinochet Hiriart, a fin de establecer su grado de participación en el ocultamiento de la fortuna de su padre.

El Mostrador.cl/ EFE

Thursday, December 29, 2005

Ángeles en La Dehesa

El Dictador ha sido prontuariado.
Reproducimos el artículo de Patricia Verdugo, que nadie debe dejar de leer.

Prontuario de Pinochet:

Ángeles en La Dehesa

Por Patricia Verdugo

Cuando ayer entraron en la casa de Pinochet los funcionarios de Investigaciones y del Registro Civil, llevaban sobre sus cabezas -invisibles- al menos 119 espíritus que han clamado por justicia por tres décadas. Las 119 víctimas de la llamada Operación Colombo.

De frente, general. Ahora, de perfil. Su mano derecha, general. Ahora su izquierda. Estire bien los dedos...


Uno de esos espíritus es el de Muriel Dockendorff. Era muy linda y tenía solo 23 años. Estudiaba Economía en la universidad. Era prima de quien hoy es ministro de la Presidencia, Eduardo Dockendorff. Fue arrestada en 1974 en su casa, arrancándola de brazos de su madre que clamó por saber adónde la conducirían los agentes secretos. Muriel se perdió en la espesa niebla de los detenidos que desaparecieron en los campos de concentración. Y como si hubiera intuido lo que iba a ocurrirle, escribió estas líneas a una amiga que también estaba arrestada en Cuatro Alamos: “Nos encontraremos a través de la niebla que despejaremos. No me olvides, camarada”.


También de 23 años y estudiante de Derecho de la Universidad de Chile era Cecilia Castro Salvadores. Fue arrestada en 1974, un año después del golpe militar. Era una de las mejores amigas de la ex canciller y electa senadora Soledad Alvear.
Muriel y Cecilia eran dos jóvenes chilenas, cultas e inquietas, soñaban con un mundo mejor y no habían cargado más armas que sus lápices para dibujar un Chile justo y solidario. Eso era todo y eso las hacía peligrosas.

Pertenecer a un partido de izquierda y no rendir su conciencia ante el terror de la dictadura.
No hubo tribunales. No hubo acusaciones ni derecho a defensa. Sabemos lo que hubo y no es necesario entrar en detalles para sentir escalofríos.

Podríamos hasta rogar por un rápido disparo en la nuca, pero sabemos que la tortura se toma días y semanas que parecen eterna pesadilla hasta destruir a un ser humano.


Muriel y Cecilia son dos de los 119 chilenos que sucumbieron en la llamada Operación Colombo, por la que el general Pinochet está siendo procesado y ayer fue prontuariado. La mayor parte de las víctimas son jóvenes, menores de 30 años. Los 119 no tienen en común ni el partido político, ni la fecha de arresto, ni el campo de concentración. Su común denominador es una siniestra operación matemática que eligió 60 nombres para conformar una lista y 59 para otra, sumando 119 en una “acción de comunicaciones” que requirió del apoyo de la prensa pinochetista.


Los hechos son simples. La ONU presionaba a la dictadura chilena para que respetara los derechos humanos. La Iglesia Católica presentaba recursos de amparo por los prisioneros que no aparecían. Y el general Pinochet aceptó la propuesta de su jefe de inteligencia, el coronel Manuel Contreras.

¿En qué consistió la Operación Colombo? En inventar una "noticia" para deshacerse de máas de un centenar de muertos. La tal noticia informó que guerrilleros chilenos, infiltrados clandestinamente en Argentina, se habían enfrentado en una batalla por pugnas internas. Y el trágico saldo era de 119 muertos.

Las listas fueron publicadas por dos revistas de única edición – la argentina
Lea y la brasileña O’Dia- y la agencia UPI difundió la noticia que fue titular de portada de los diarios chilenos por varios días. Incluso el diario vespertino La Segunda –perteneciente a la cadena de El Mercurio- tituló “Exterminados como ratones”. Imagine por un momento que, en esas listas, aparece el nombre de su hermano, de su padre, de su hijo. Imagine lo que ocurrió con los padres de Muriel y de Cecilia. Las listas se publicaron hace 30 años y demás está decir que nunca aparecieron -en Argentina- los cuerpos de los muertos en esa supuesta batalla.

El dolor de las familias ahora se alivia. El ahora lúcido Pinochet está sometido a proceso y un juez valiente, Víctor Montiglio, ordenó prontuariarlo. Paso a paso, a golpes de sol y de agua, de memoria y de coraje, se avanza en la tarea de hacer justicia.

Tuesday, December 06, 2005

EN CHILE HUBO UN ESTADO DE GUERRA INTERNA Y ESTO ES LA CLAVE PARA EXIGIR JUSTICIA



En definitiva SÍ hubo jurídicamente un Estado de Guerra en Chile a partir del 11 de septiembre de 1973, tanto porque "existió la rebelión militarizada capaz de provocar el estado de Guerra interno" como porque la propia Junta Militar de Gobierno declaró legalmente ese Estado o Tiempo de Guerra por medio del Decreto Ley Nº 5.

Así lo reconocen, en el fallo en comento, los ministros de la Sala Penal de la Corte Suprema Enrique Cury y Jaime Rodríguez Espoz, “quienes estimaron que el caso es imprescriptible porque el día en que ocurrieron los hechos el territorio nacional se encontraba jurídicamente en estado de guerra interna por el estado de sitio decretado por la autoridad”.

Lo que efectivamente NO hubo fue una “guerra interna” que implicara una resistencia armada masiva y a nivel nacional, que se opusiera en combate y otros actos de resistencia a las NUEVAS AUTORIDADES MILITARES DE FACTO.

A excepción de la HEROICA RESISTENCIA EN LA MONEDA Y OTROS ACTOS AISLADOS Y ESPORÁDICOS. Es esta situación la que pretenden argumentar los ministros de la Sala Penal de la Corte Suprema, Nibaldo Segura y los abogados integrantes Luz María Jordán y José Fernández al desconocer la existencia de un estado de guerra en Chile que haría aplicable los Tratados internacionales, sosteniendo que "no se ha acreditado ni tenido por establecido en autos que en la fecha señalada (octubre de 1973) existía en Chile una oposición entre dos Fuerzas Armadas o bien entre las Fuerzas Armadas de Chile y uno o más grupos armados que no reconocían la autoridad de la primera y que estaban bajo el mando de una autoridad responsable, que ejercía dominio o control sobre una parte del territorio chileno, lo que le permitía realizar operaciones militares sostenidas y concertadas, y aplicar las disposiciones del derecho humanitario".

Pero, como ya lo he explicado, esta falta de resistencia armada se debió a la Orden Superior que dio el Presidente Allende en su último Mensaje al país, en la cual mandó a quienes éramos Dirigentes de la Unidad Popular que “NO sacáramos al pueblo a las calles”.

Esta Orden Superior sólo podía interpretarse de una manera: “EL COMPAÑERO PRESIDENTE SABÍA QUE TODO ESTABA PERDIDO Y QUISO EVITAR UN MAYOR COSTO A TODOS QUIENES ESTÁBAMOS DISPUESTOS A DEFENDER SU GOBIERNO HASTA LAS ÚLTIMAS CONSECUENCIAS”.

Esto, más su Resistencia Heroica en La Moneda hasta entregar su propia vida, es lo que nos queda COMO LECCIÓN PARA NUESTRA MEMORIA HISTÓRICA. Muchos compañeros estarán en desacuerdo con este análisis de la situación y pensarán que al reconocer el HECHO de un “Estado de Guerra declarado jurídicamente” sólo estaremos LEGITIMANDO EL DELITO de “alzamiento a mano armada contra el Gobierno legalmente constituido” y reconoceremos a la AUTORIDAD MILITAR DE FACTO las atribuciones para actuar en Tiempo de Guerra.

Yo sostengo que es todo lo contrario, que el reconocer la existencia jurídica del Estado de Guerra NO implica ACEPTAR O ESTAR DE ACUERDO con lo obrado por las Fuerzas Armadas Sediciosas.

Reconozco que EN CHILE HUBO UN GOLPE DE ESTADO y NO estoy de acuerdo para nada con que hubiera ocurrido. De hecho todo mi accionar como Dirigente de la UP estuvo orientado a EVITAR QUE EL GOLPE OCURRIERA. De la misma forma, reconozco que EN CHILE HUBO UNA DECLARACIÓN LEGAL DEL ESTADO DE GUERRA, sin que ello signifique que tenga que estar de acuerdo con el argumento de los MILITARISTAS de que hubo un real PELIGRO DE GUERRA CIVIL por el accionar de grupos de extrema izquierda. NO, no lo hubo... porque el Presidente Allende iba a renunciar a su cargo ANTES DE QUE SE PRODUJERA CUALQUIER ACCIÓN AL RESPECTO.

Sólo el engaño de que fue objeto, cuando se organizó un pretendido diálogo con Patricio Aylwin para buscar una Solución Política a la CRISIS INSTITUCIONAL, dilató los plazos para hacer efectiva su Renuncia. Por otra parte, como Aylwin era el Jefe de la Oposición al Gobierno de Allende lo único que hizo fue ganar tiempo para los Golpìstas y para ello utilizó la BUENA FE del Cardenal Raúl Silva Henríquez, Jefe de la Iglesia Católica en Chile.

Lo anterior está absolutamente claro, ya que Aylwin NO podía estar con Dios y con el Diablo al mismo tiempo. Es decir, o ENGAÑABA al Presidente Allende y de paso se aprovechaba de la Buena Fe del Cardenal, o estaba ENGAÑANDO a sus propios ALIADOS en la CODE, el Partido Nacional, que con Sergio Onofre Jarpa a la cabeza estaba totalmente comprometido con el GOLPE. De cualquier forma, el 11 de septiembre de 1973 las Fuerzas Armadas Rebeldes atacaron el Palacio de La Moneda y lograron el derrocamiento del Presidente de la República Dr. Salvador Allende.

NO conformes con ese “triunfo” lanzaron una Ofensiva Militar contra el ENEMIGO INTERNO, es decir, contra todos los funcionarios de Gobierno del Presidente Allende y todos los militantes y dirigentes de la Unidad Popular en Chile. Para ello era necesario contar con una LEY DE TIEMPO DE GUERRA que ampliara el PODER Y LAS ATRIBUCIONES DE LA AUTORIDAD MILITAR DE FACTO.

Eso fue lo que quisieron lograr, ASEGURAR LAS HERRAMIENTAS LEGALES REPRESIVAS, y realmente LO LOGRARON. Ésto les permitió afirmar que eran un “Ejército Vencedor, jamás VENCIDO”. Hasta ahora, en que la Verdad y la Justicia han logrado de a poco y con gran esfuerzo, comprobar los Crímenes de Guerra de lesa Humanidad que las Fuerzas Armadas Golpistas cometieron. Crímenes de Guerra que han debido reconocer tanto en la Mesa de Diálogo como en los procesos criminales ante los Tribunales de la Justicia Ordinaria. Cada persona detenida por las Fuerzas Armadas entre el 11 de septiembre de 1973 y el 10 de marzo de 1978, lo fue en Calidad de Prisionero de Guerra y de acuerdo a Operativos Militares Planificados en Tiempo de Guerra.

Así fue porque las ATRIBUCIONES LEGALES CON QUE ACTUABA LA AUTORIDAD MILITAR DE FACTO, provenían del Decreto Ley Nº 5. Nosotros, los que fuimos procesados ante la Fiscalía Naval de Tiempo de Guerra acusados de cometer un CRIMEN DE GUERRA por violación de la ley 17.798 sobre Control de Armas y que enfrentamos Consejos de Guerra que violaron gravemente las normas de PROCEDIMIENTO PENAL establecidas en el Convenio de Ginebra Relativo al Trato de Prisioneros de Guerra, NO SÓLO FUIMOS PRISIONEROS DE GUERRA SINO TAMBIÉN CRIMINALES DE GUERRA, de acuerdo a las leyes que erróneamente aplicaron los Fiscales Navales.

Es más, incluso los procedimientos de allanamiento, masivos o individuales, y la retención transitoria de personas, se realizaban en virtud de las atribuciones que el Decreto Ley Nº 5 había ACTIVADO al declarar el Estado de Guerra en Chile. Lo que NUNCA esperaron los Criminales de Guerra es que sus ENEMIGOS o sus VÍCTIMAS, según se vea cada uno, mantuvieran VIVA LA MEMORIA HISTÓRICA y que, finalmente, las denuncias de las Infracciones Graves al Convenio de Ginebra Relativo al Trato de Prisioneros de Guerra se presentaran ante todos los Organismos Internacionales.

Doy testimonio personal, como ENEMIGO, de que ellos jamás esperaron una reacción así. Me lo dijeron una vez, cuando yo les planteaba que cometían un gran error dejándome con vida como Testigo de todos los Crímenes de Guerra que habían cometido. La respuesta fue: “tú nunca vas a volver a hablar de ésto si sobrevives, por tres razones:

1) Porque tu mente se defenderá del recuerdo del dolor y de las situaciones límites. Así lo dicen nuestros expertos psicólogos y psiquiatras. Pasará mucho tiempo y ya NO valdrá la pena recordar, NO valdrá la pena el dolor constante de los recuerdos, tendrás que rehacer tu vida y dejar todo atrás.

2) Porque NO querrás que tus seres queridos sepan todo lo que te sucedió ya que le causaría un gran dolor a ellos. NO vas a querer que ellos sufran. Así que preferirás callar y tratar de olvidar lo más pronto posible.

3) Porque si relatas todas las torturas te van a hacer la segunda pregunta, es inevitable. Esta segunda pregunta es: ¿Qué declaraste o firmaste como resultado de la tortura?. Nadie quiere explicar eso. Te quedarás callado.

La decisión de DENUNCIAR LOS CRÍMENES DE GUERRA NO ES GRATIS Y JAMÁS LO SERÁ. PERO SOY CRISTIANO Y LA VERDAD ES DEMASIADO IMPORTANTE PARA MÍ. Espero y confío en Dios: “LA VERDAD ME HACE LIBRE”, tengo este consuelo y esa ESPERANZA.

Además, para aquellos que tuvieron o tienen una ideología marxista les recuerdo las palabras que el comandante Ernesto “Ché” Guevara les dirigiera a quienes participaban en la Conferencia Tricontinental de la Habana en 1967: “SÓLO LA VERDAD ES REVOLUCIONARIA”... En esa Conferencia participó el entonces Senador y Presidente del Congreso de Chile, Dr. Salvador Allende, quien fue elegido Presidente de la OLAS, Organización Latinoamericana de Solidaridad.

Así que, compañeros, continuaré dirigiéndome a ustedes como a los Ex-prisioneros de guerra de Valparaíso, tanto porque fui un Dirigente Provincial de la Unidad Popular aquí en el Puerto como porque al interior de los Campos de Concentración de Prisioneros de Guerra o en las Cárceles, yo era el Dirigente de más alto rango del Comité Provincial de la UP que se encontraba prisionero en Valparaíso.


En esta Calidad acepté el ofrecimiento que de sus servicios hiciera el organismo humanitario imparcial conocido como el Comité Internacional de la Cruz Roja, de acuerdo al artículo 3º, inciso 2, del Convenio de Ginebra y al aceptarlo, como Dirigente de la UP, todas las personas que se encontraban detenidas bajo acusación de pertenecer a la Unidad Popular y calificadas como “EL ENEMIGO INTERNO EN VALPARAÍSO”, quedaron inmediatamente bajo la PROTECCIÓN de ese Organismo Internacional.Finalmente, respecto a la ACTUACIÓN EN TIEMPO DE GUERRA DE LA AUTORIDAD MILITAR DE FACTO quiero decirles que fueron ellos los que impusieron las reglas del juego, nada dependía de nosotros ni nadie nos preguntaba nuestra opinión al respecto. SÓLO ÉRAMOS CALIFICADOS ARBITRARIAMENTE POR ESA AUTORIDAD.

Es como sostiene la Comisión Valech cuando analiza la “Motivación Política”: “la Comisión consideró que existía motivación política en la privación de libertad o en la tortura cuando tal motivación estaba presente en los agentes del Estado que las ordenaron o realizaron”. De la misma forma, la Autoridad Militar de Facto actuó en Tiempo de Guerra MOTIVADA por la Orden Superior de Pinochet: “ESTO ES GUERRA SEÑORES”, y el resto fue como el Juego del Monito Mayor: “todos en la cola siguen las órdenes del Mono Mayor”.

Saturday, December 03, 2005

La Concertación deberá asumir los costos de la soberbia

LOS COSTOS DE LA SOBERBIA

Hernán Narbona V. www.escritorhnv.blogspot.com


LA PRETENSIÓN DEL GOBIERNO del Presidente Lagos, de poner término al tema de los derechos humanos, entregando una reparación "simbólica" a las víctimas, tendrá un alto costo político para la Concertación, ya que miles de familias chilenas no pueden aceptar que se haya impuesto un silencio que sólo favorece a los victimarios, que se haya indultado al asesino de Tucapel Jiménez y que las reparaciones se hayan decidido en función de repartir una exigua asignación presupuestaria, que no moleste las pretensiones exitistas de las autoridades macroeconómicas.


Se ha configurado un escenario pésimo para la candidata oficialista, ya que ella ha debido pagar los costos de la actitud displicente del gobierno con miles de compatriotas que han esperado 16 años en democracia, para seguir igual que al principio, faltando muchos, mirados como una piedra en el zapato de la modernidad, como un factor urticante al que quisieran poner prontamente en un limbo de silencio, ignorando sus reclamos, abogando insistentemente por dejar en el pasado situaciones que son imprescriptibles.


EL PESO DE LAGOS

El 11 de diciembre, pese a que Michelle Bachelet tuvo una actuación valiente en materia de derechos humanos durante los ochenta, pese a haber estado cercana a las fuerzas que se opusieron férreamente a la dictadura y a que su padre haya sido un mártir de la democracia mancillada por Pinochet y sus cómplices, pese a todo este digno historial, la imposición en su campaña de la presencia presidencial de Lagos, la pauta que ha seguido y que ha evidenciado en su campaña, donde los temas sensibles como lo son las violaciones a los derechos humanos o la protección medioambiental, no los ha encarado la candidata con vehemencia y soltura - como habría esperado la ciudadanía- sino con declaraciones tangenciales, que no comprometieran una crítica categórica a las omisiones y acciones del gobierno de Ricardo Lagos.


En gran medida, esta actitud cautelosa, que buscaba no herir las susceptibilidades de Palacio, tendrá para Bachelet un costo muy elevado, porque el crecimiento de Tomás Hirsch no es sino la realineación lógica de un amplio sector del progresismo chileno que se ha visto frustrado por la actitud de los gobiernos concertacionistas, pese a haber sido precisamente estos sectores sociales, los motores reales de las protestas que conquistaron la democracia y ganaron el plebiscito del No en 1988. Los políticos aterrizaron después, con sus máquinas de poder y sus partidos instrumentales.


NUEVAS COORDENADAS

La soberbia tiene su costo y en diciembre, las tendencias que muestra la calle, a lo largo de Chile, demostrarán que la ciudadanía consciente, ésa que no es manipulable por la farándula, expresará un voto que implica una censura a la forma de gobernar, como administradores eficientes de un modelo económico concentrador de la riqueza y sin mantener un compromiso real de reparación y dignificación de las víctimas, sus familiares y sus herederos.


El fenómeno de realineación de fuerzas para el 11 de diciembre no sorprenderá, porque las encuestas lo han anticipado. Pero, para la segunda vuelta, de no haber compromisos categóricos en relación a dar solución a profundas demandas de los sectores excluidos, es probable que toda la política chilena entre a una reformulación de alianzas y contenidos.

Conocida la verdad de las parlamentarias, sin esas ataduras, los partidos que se han vaciado de doctrina para ser instrumentales, quedarán sin piso. La historia podrá reescribirse y para ello falta apenas una semana.