Saturday, August 13, 2005

UNA EPOCA DE UTOPIAS -1964-1970

Roberto - Para resumir este período, desde mi vivencia, debería marcar varios aspectos. La Patria Joven y la elección de Frei padre la viví intensamente como dirigente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile de Valparaíso, FECH V, estaba recién ingresado a la universidad y era delegado de mi escuela en la Federación. Militante del PDC desde 1961, el Partido me envía a dirigir la campaña presidencial junto a otros dirigentes estudiantiles a la Provincia de Atacama. Allá trabajamos las ciudades de Copiapó, Chañaral, Caldera, Tierra Amarilla con su Fundición de Paipote y después los minerales de Salvador y Potrerillos. La experiencia fue apasionante y nos encontramos con muchas personas que apoyaban a la DC en silencio, pero que se entusiasmaron con la campaña presidencial y pasaron a formar parte activa del Partido.

Hernán: Recordemos el contexto de esos años. Yo estudiaba las Humanidades en el Colegio Rubén Castro, de inspiración jesuítica, conociendo de adolescente esa etapa en donde la "marcha de la Patria Joven" nos cautivó a muchos, incluso a mí que venía de familia obrera y mi padre era allendista de siempre. Cuéntame como viviste esa etapa...

Roberto: el entusiasmo de la juventud es lo realmente destacable. De verdad nos creímos el mensaje de la "revolución en libertad", de la "reforma agraria" y de la "promoción popular". Hay que recordar que con el asesinato del Presidente J.F. Kennedy, habíamos quedado consternados y pensábamos que nuevamente se iba a calentar la guerra fría que nos tuvo al borde de la destrucción nuclear en la crisis de los misiles, en octubre de 1962.

Hernán: época en que la Iglesia Católica nombra a Juan XXIII, comienza el Concilio Vaticano II y los jóvenes católicos asumimos el cambio social... era por tanto una obligación el comprometernos y así lo sentíamos. Ahora, cuando uno lee los archivos desclasificados de la CIA sobre el financiamiento de esa Patria Joven, como una medida de la guerra fría en contra del fenómeno opuesto de la revolución cubana, uno siente que fue parte pasiva o simples marionetas de quienes dominaban el juego...¿cuál es tu impresión 40 años después?....

Roberto: todos nosotros desde la Acción Católica a la Asociación de Universitarios Católicos, AUC, en donde recordarás que nos conocimos, habíamos sido educados en la visión anti comunista de la jerarquía conservadora de la Iglesia. La revolución cubana era para nosotros una oportunidad, pero a la vez una amenaza. Sin dudas, jóvenes idealistas habían logrado derrocar a la corrupta y sanguinaria dictadura de Batista, contando entre ellos muchos estudiantes cristianos. Pero, cuando Fidel Castro se pronuncia a favor del comunismo soviético y alinea a Cuba con ese bloque, se experimenta una gran frustración por la amenaza comunista. Ante esto, la Revolución en Libertad con sus cambios representaba una alternativa real a nuestros ojos, frente al comunismo en la región.

Hernán: el punto de la alineación de Cuba con la URSS es algo discutible, porque el gran culpable a mi juicio fue el propio Estados Unidos, que en vez de apoyar un gobierno joven y democrático en la isla, lo hizo respaldando a los gansters que ocupaban Cuba como un gran prostíbulo. La Revolución fue presentada primero que nada en Estados Unidos, buscando apoyo en ese país. Las posiciones conservadoras primaron. Posteriormente vino esa alineación y se debe agregar que luego de asesinado Kennedy el gobierno norteamericano quedó en manos de grupos militaristas profundamente anticomunistas. A Castro creo que no le quedó otra que cobijarse al alero de la Unión Soviética, a regañadientes, tal como lo expresara alguna vez el propio Che Guevara en Ginebra.... esto para ubicarnos en el escenario que vivíamos. La respuesta de la Revolución en Libertad fue continuación de la propuesta norteamericana de Alianza para el Progreso, en donde se planteaba la necesidad de reformas en las economías agrarias de América latina, para evitar la extensión del comunismo. ¿Te parece el punto?

Roberto: es difícil discernir los detalles de todo este tiempo, pero de acuerdo a las fechas, Fidel Castro se compromete con la URSS el año 1960, lo que origina como respuesta del imperialismo norteamericano el intento de invasión de Bahía Cochinos en 1961 y luego la instalación de los misiles soviéticos en la isla, que culmina con el bloqueo norteamericano a Cuba. Desde este punto de vista, la influencia comunista es anterior al asesinato de JFK, pero sin duda vinculada al fracaso de la invasión en Bahía Cochinos. La alternativa propuesta por Kennedy de Alianza para el progreso vulneraba los propios intereses económicos y militares norteamericanos y al llegar a un acuerdo con Nikita Kruschev, para evitar la confrontación nuclear el 62, se comprometió con el pueblo norteamericano a "que no aceptaría una segunda Cuba en latinoamerica", pero sí aceptaría las reformas estructurales que los países de la región necesitaban para avanzar en su desarrollo, como por ejemplo, nacionalizaciones de riquezas básicas o reformas agrarias, o áreas de propiedad mixta entre capitales nacionales y extranjeros.

Hernán: ¿qué piensas ahora del hecho que todo el movimiento juvenil cristiano de los sesenta tuviera el respaldo financiero de la CIA?

Roberto: aclaremos un poco las cosas... Yo fui Consejero Nacional de la Unión de Federaciones Universitarias de Chile, en los años 65 y 66, y estábamos afiliados al Consejo Internacional de Estudiantes, que era una confederación de uniones estudiantiles dirigida por los norteamericanos. Era esta organización la que enviaba ayuda a la UFUCH y ninguno de los dirigentes sabíamos que eran platas de la CIA, ya que por supuesto toda esta maquinación financiera era secreta. También ignorábamos que los dineros entregados al PDC para la campaña de Frei Montalva tuvieran su origen en la CIA. Sin embargo, el movimiento estudiantil chileno nunca se dejó confundir y en el tiempo en que yo dirigí el Departamento Internacional de UFUCH también nos integramos a la Unión Internacional de Estudiantes controlada por la URSS, reclamando nuestro derecho a sostener la posición tercerista, es decir, ninguno de los dos imperios, sino un espacio tercermundista.

Hernán: Pienso que el haber generado esa gran expectativa en la población juvenil, el haber incubado una dirigencia que tomaría banderas de cambio real, fue un verdadero bumerang para los que buscaron sólo un efecto distractor, frente al enemigo ideológico, ya que toda la segunda mitad de los sesenta estuvo marcada por el alejamiento de la juventud y sus nuevos líderes de las cúpulas conservadoras, llegando a las rupturas en el PDC, a movimientos que quisieron competir con las corrientes marxistas por el cambio social...una tendencia que nos envolvió a todos y que podremos ir revisando en estas conversaciones..para llegar a los setenta, con sus tensiones y dramas históricos...

Roberto: es cierto lo de las rupturas en el PDC y la formación del ala rebelde del partido. Pero esto está más vinculado a la filosofía marxista del comunismo europeo y no directamente a la Unión Soviética con su línea ortodoxa. El euro comunismo debatió ampliamente el rol de la cultura en los proyectos revolucionarios de corte socialista. Se debatió en torno a Gramschi y a Althusser y se generó un proyecto ideológico alternativo al Partido Comunista de Chile que era verticalista respecto a Moscú, tanto que cuando se produjo la invasión de Checoslovaquia, para poner fin a la primavera de Praga, la única fuerza que no condenó esa invasión imperialista soviética fue el PC chileno. Lo mismo se repetiría con la experiencia guerrillera del Che en Bolivia. Allí el Partido Comunista terminó criticando y quitando el repaldo a la guerrilla del Che Guevara.
Lo concreto es que las fuerzas progresistas juveniles, entusiasmadas con la visión neo-marxista se embarcaron con la revolución cubana y trataron de repetir esa vía en el continente.

Hernán: sólo un recuerdo desde nuestra realidad...cuando fue la invasión yo estaba en la Escuela de Ciencias Políticas donde había fundado la Revista de la Escuela y era Delegado ante la FECH -V, y recuerdo que a primera hora hicimos una página a mimeógrafo, pegando con la primera declaración de repudio en contra de dicha acción imperialista. Con un par de resmas de papel pudimos hacer conocer a la gente de Valparaíso la posición de los jóvenes universitarios, rompiendo con una noticia que recién empezaba a mover las linotipias de la época.
Fue un hito en la vinculación que nuestro movimiento de reforma universitaria mantenía con las corrientes libertarias europeas, en una verdadera tercera posición, repudiando los imperialismos de ambos signos, quizás, intuitivamente, insertos en una posición americanista del mundo subdesarrollado de entonces...

Roberto: nosotros desde la UFUCH reaccionamos duramente contra la URSS, especialmente por el carácter de la invasión, que hizo entrar a los tanques en Praga disparando contra las masas estudiantiles y de trabajadores que apoyaban al gobierno de Alexander Dubcek y lógicamente nos indignamos con la actitud complaciente del PC de Chile

Hernán: Quiero agregar que en 1971 estuve en Praga, en una reunión de jóvenes europeos, como representante del gobierno popular chileno y pude comprobar las huellas que había dejado en la juventud esa acción cruenta de la URSS. Creo que esa sensación de ver las plazas de la hermosa Praga llenas de estrellas rojas en los jardines, marcó mi formación y tal como lo viví en Polonia, que también registró en su historia este tipo de acciones imperialistas, me imprimió un sentido libertario que me ha hecho rechazar siempre las dictaduras de cualquier signo. En fin, hemos ido pasando lista a hechos emblemáticos de los sesenta, hemos mencionado la doctrina social de la Iglesia. Comentemos el papel que jugó en ese tiempo, al interior del catolicismo, esta nueva visión aportada por el Papado que encarnaba el catolicismo liberal...

Roberto: para analizar este punto hay que remontarse al Concilio Vaticano II, que termian el año 1965, bajo el Papado de Pablo VI, ya que lamentablemente el Papa Bueno nos había dejado el año 1963. Las conclusiones del Concilio son las más importantes ya que permite a los intelectuales católicos comenzar a leer filosofía marxista y encontrar errores en la ideología del proletariado. Esto marcó una diferencia con la juventud de avanzada que se había entusiasmado con el neo marxismo o eurocomunismo, y por lo tanto, ya a partir de la Conferencia Episcopal de Medellín en 1967, se plantea una visión propia del social catolicismo que es alternativa a las visiones marxistas revolucionarias.
La reforma universitaria unió a los dos grupos, en la acción, es decir, a los neo marxistas y a los cristianos por el socialismo. Pero mantuvo las diferencias a nivel doctrinario. Esto nos llevó al quiebre de la Juventud Demócrata Cristiana, JDC, especialmente en el sector universitario. Finalmente, los grupos neo-marxistas conforman el grupo rebelde que se retira del PDC para formar el MAPU, Movimiento de Acción Popular Unitaria. Además, los sectores cristianos de avanzada se dividen y algunos se retiran con el MAPU y otros forman la posición tercerista dentro del PDC, los cuales derivarán posteriormente a la Izquierda Cristiana.

Hernán: muchas aristas que deberíamos retomar en posteriores diálogos. Quedamos en el sitting frente a la Catedral de Valparaíso, en 1968, cuando una ola de sueños y utopías nos llegaba también desde París...continuaremos estas conversaciones para ir caminando hacia lo medular que es el trauma social de 1973.

Wednesday, August 10, 2005

DIALOGOS COMO UN APORTE A LA MEMORIA HISTÓRICA



Iniciamos un trabajo de exploración periodística que pretende ir descubriendo y mostrando retazos de una memoria histórica colectiva.

Lo hacemos con una pregunta de contexto. Para ubicarnos en la década de los sesenta. Cuando en 1964 se desarrollaba la campaña presidencial y Allende y Frei representaban al FRAP y a la Democracia Cristiana con su Revolución en Libertad.

Roberto Sapiains estudiaba en la Escuela de Ciencias Políticas y Administrativas de la Universidad de Chile de Valparaíso, era dirigente estudiantil por la JDC y desde ese momento vive el derrotero de su tiempo, un espacio para encendidas utopías y posteriormente un golpe bajo que sumió a ésa y varias generaciones en el dolor y el desarraigo.

El año 1967, justo cuando comenzaban los vientos de reforma universitaria, Roberto estudiaba Filosofía y yo ingresaba a la Universidad, a la misma Escuela de Aduanas. Es la pequeña diferencia entre ambos. que en ese entonces marcaba la diferencia entre el novato y el dirigente avezado. Sin embargo, a poco andar esa pequeña diferencia se diluiría en un camino en paralelo, que iremos recordando en estas páginas.

El contexto político de fines de los sesenta.
¿Cómo podríamos resumir o contextualizar un período tan rico, tan intenso, tan vivo en nuestras sensaciones juveniles?
Pues bien, Roberto, comencemos estos diálogos con este primer tema....